ASTURIAS, paraíso natural, así reza el eslogan promocional, y sin duda lo es. Un paraíso con más de 300 km de la costa mejor conservada de España, es tierra de pescadores y armadores curtidos en su batalla contra el mar.
Restaurantes, sidrerías, chigres (lugares tradicionales donde se vende sidra, bares de pueblo, tabernas, tascas), gastrobares y una creciente cocina fusión y viajera. Porque la cocina asturiana defiende el producto de cercanía (kilómetro cero), trabaja con los productos frescos de la tierra, pero no tiene miedo en incorporar aliños o guarniciones lejanas si le viene bien al plato, sobre todo las nuevas generaciones.
Cudillero, es el claro ejemplo de cómo han sabido levantar sus pueblos verticales sobre embarcaderos, a salvo de las peores mareas. Escondido desde la mar y desde la tierra, su peculiar orografía ofrece vistas espectaculares desde el faro, barrios de pescadores, viento y mar, cocina marinera e inspiración literaria y artística.
Y es aquí donde, Pedro Mallada (chef y propietario) tiene su restaurante Ópera. Un enclave que aboga por una cocina de proximidad, en la que el producto local es la materia prima de sus creaciones. Sus manteles de cuadros nos advierten que el producto, los pescados y mariscos son los verdaderos protagonistas de la oferta gastronómica. En la carta, siempre hay una sugerencia diaria en función de la materia disponible en el mercado.
Pastel de cabracho, (una receta tradicional del cantábrico), croquetas caseras de bacalao a la vizcaína, almejas en salsa, parrillada de verduras, zamburiñas (más sabrosas que las vieiras con un textura delicada, tierna y sabor dulce). Todo esto y más podrás degustar mientras empiezas a averiguar que significa comer en el restaurante Opera Cudillero. El pescado y marisco fresco local gana protagonismo entre los principales. El “pixin” que es como llaman al rape, en esta zona, la lubina salvaje o cualquier pescado fresco y a la plancha sabe a gloria.
Para los amantes de la carne, hay que probar el cachopo casero (es un plato característico de la cocina asturiana y que consiste en dos filetes de ternera grandes y entre ellos jamón serrano y queso. El conjunto se come frito y caliente tras ser empanado) o del Entrecot de ternera.
Todo ello, como no podría ser de otra manera regado de una sidra fresquita (hay que tomarla fresca, entre 13 y 16 grados, pero no helada) y bien escanciada, para que el chorro rompa o «restalle» contra el vaso y libere dióxido de carbono. No vale cualquier vaso, debe ser de 12 centímetros de alto, 9 de boca y 7 de base. Se echa cada vez solo un «culín» por una buena razón: cuando la escancias, la sidra «espalma«, forma burbujas que se evaporan enseguida, y se liberan todas sus propiedades. Es el momento para tomarla en su esplendor, así que no «poses» el vaso y bébela de un trago.
A destacar de la visita:
- Un producto exquisito, en especial: el pastel de cabracho, las anchoas –espectaculares-, y un bacalao de quitar el hipo.
- Un servicio amable y muy cercano, que te hace sentir extremadamente cómodo.
- Escanciador de sidra, semi-automático que es súper eficaz.
Opera Cudillero Plaza de la Marina, nº 3, 33150, Cudillero (Asturias) Tel. +34 984 10 54 6 www.operacudillero.es
Salud y una «pizca» de suerte 😉