Lluerna de Víctor Quintillà, tradición y creatividad

No es habitual que, en poblaciones cercanas a las grandes ciudades, en su cinturón industrial básicamente, se ubiquen grandes cocinas “estrelladas”. Tampoco lo es que en “4 Patas y un Mantel” hagamos reseñas sobre restaurantes “estrellados”, porque nos parece que estos ya tienen un reconocimiento explícito por la guía más famosa, respetada (y a veces denostada) y que, por tanto, no necesitan mayor recomendación.

Pero en este caso, se han dado ambas excepciones con el Restaurante Lluerna de Santa Coloma de Gramanet. Trasladado hace relativamente poco tiempo desde su ubicación anterior, vecino del Ayuntamiento, se sitúa ahora en la Avda. Pallaresa, a donde se accede con mucha facilidad desde las rondas.

El local es moderno, luminoso y confortable. Y el servicio, cercano y atento. Poca clientela “foránea”, la inmensa mayoría proviene de la vecina Barcelona y de otras poblaciones que aprecian la exquisita cocina y el trato afable de Mar (somellier) y Victor (chef), los artífices del proyecto y su equipo.

Una sólida carta y varias posibilidades de menú componen la oferta culinaria, junto con una espléndida carta de vinos. Nosotros nos decantamos por la que creemos que es una fantástica propuesta calidad/precio: el menú degustación, que con un más que razonable precio de 43 € (sin bebida) permite disfrutar de una completa muestra de su cocina. ¡Ojo! Sólo se sirve de martes a jueves mediodía y noche y los viernes al mediodía. Impecable trato de pescados, carnes, huevos y verduras, de los que el menú recoge exquisitas muestras, y refrescante inicio con el mojito sólido.

Otro día nos ocuparemos de su propuesta más informal, que cada día gana más adeptos, el Verat, con quien comparte cocina, propiedad y que los separa tan sólo una pared.

A destacar:

La justa (e incluso óptima) relación-calidad precio
La cercanía de su personal
La ausencia de pretensiones en un ambiente cálido donde la sensación de “pertenencia” se genera de forma natural