A escasos 35 kilómetros al norte de Barcelona se puede disfrutar de Caldes de Montbui la primera estación termal de Cataluña. Caldes significa caliente, por la temperatura del agua que nace en este lugar a más de setenta grados centígrados. La Aquae Caldae que así fue llamada por los romanos ha conservado de su pasado, con el inexorable paso del tiempo, unas magníficas termas romanas de los siglos I y II, las mejor conservadas de la Península Ibérica y declaradas Bien Cultural de Interés Nacional.
A partir de esta actividad balnearia (que adquiere importancia a finales del siglo XIX) se ha desarrollado el crecimiento urbanístico del municipio, contribuyendo asimismo a este crecimiento su entorno natural y su clima benigno. De su gastronomía, rica y variada, destacan los ‘carquinyolis’ que son una especie de pastas secas realizadas con la técnica del biscote, produciendo un pan tostado dulce, con almendras muy típicas de Cataluña, aunque se han extendido también por Baleares y Aragón.
Na Madrona es un cálido y acogedor restaurante sito en una casa de pueblo con una historia de más de 300 años. Situada en un callejón muy estrecho y escondido del casco antiguo, muy cerca de la «torre de defensa» de uno de los portales de entrada al recinto amurallado que rodeaba la villa al S. XI-XII y también de toda la zona termal de la Plaza de la Fuente del León.
La última propietaria se llamaba Madrona Anglí y Cerdà, y su nombre escrito a pluma de tinta en la antigua escritura, inspiró el nombre. Junto al viejo piano de la entrada podéis encontrar su retrato.
Y es ahí donde nos acogen Vicenzo y Marta.
Vicenzo después de muchos años trabajando en diferentes restaurantes de Florencia (ciudad donde comienza su carrera profesional como cocinero) y también en muchos otros restaurantes de Barcelona y comarcas (ciudad donde se traslada a vivir por motivos personales), decidió abrir su propio restaurante junto con su mujer, Marta, que hace de forma muy hospitalaria de anfitriona en la sala.
La rica gastronomía de su tierra de origen, Sicilia, siempre se ha palpado en todas sus creaciones.
Todas las semanas proponen un menú variado de dos platos + postre donde el orden del primer y segundo plato lo decide el comensal, a un precio muy competitivo, de lunes a viernes al mediodía 14,50€, y los sábados y domingos al mediodía 19,00€.
También disponen de un menú degustación muy original, pues es presentado en cuatro platos que incluyen tres degustaciones de diferentes platos y postres de la carta (mínimo para dos personas).
Nosotros escogimos esta opción, para entender un poco mejor la cocina de Vicenzo, y que como entrada proponía:
- Caprese con pesto
- Ensalada de dátiles y jabugo
- Juliana de verduras con queso provolone
como continuación:
- Rollitos de pera al gorgonzola
- Gnocchi de patata a la boloñesa con champiñones
- Risotto con espinacas y parmesano
y como platos principales:
- Carpaccio de roast beef
- Bacalao con arándanos
- Filetes de pollo con mostarda de pera
Finalizando con tres magnificas “catas” de postre:
- Panna cotta con crema de vainilla y moras
- Cannoli de crema con chocolate caliente
- Tiramisú casero
Todo ello al inmejorable precio de 31€ por persona, que “regamos” con un vino italiano el “Lacryma Christi del Vesuvio Rosso” (15€) un célebre tipo de vino napolitano producido en las laderas del monte Vesubio en Campania, Italia. El tinto se hace de las uvas Piedirosso y Sciascinoso.
Parece ser, que han descubierto los arqueólogos, que es el equivalente más cercano al vino bebido por los antiguos romanos, habiendo analizado el residuo microscópico que quedaba en los grifos de los barriles de hace más de 1000 años.
A destacar:
- Su excelente calidad-precio
- La originalidad de su menú degustación (solo ponemos un pero, creemos debería servirse en platos distintos, pues hacerlo todos en los mismos recipientes, genera sensación de monotonía)
- La calidez de Marta en su acogida.
Carrer de la Canal, 8
08140 Caldes de Montbui
Tel. 93.862.68.31
Salud y una “pizca” de suerte 😉
