Restaurante La Tavernícola

El barrio del Poble Nou, en Barcelona, siempre había tenido un encaje complicado en la Ciudad. Por un lado, estaba el Poble Nou de toda la vida con vecinos arraigados, y por otra, un sinfín de almacenes, empresas de transporte, logística y similares.

Hace ya unos cuantos años y aprovechando el tirón de los JJ.OO. en primera instancia y el posterior en 2004 del Fórum de las Culturas, el barrio sufrió una transformación total y empezaron a ubicarse empresas del mundo de la comunicación, las TIC’S y con ellas, un perfil diferente de vecinos, aunque sea durante el día.

De la mano, llegaron también un buen número de interesantes locales de restauración, que vinieron a sumarse a algunos establecimientos largamente establecidos en el barrio.

Hoy nos ocupa La Tavernícola, un restaurante íntimo en todos los sentidos, desde sus dimensiones, unas pocas mesas en el agradable interior y una incipiente terraza exterior, hasta el trato de su personal, totalmente cercano y afable, que emana de la familia que lo regenta.

Hace ya más de 30 años, Daniel y Silvia dejaron atrás su Argentina natal y se establecieron en Barcelona, donde con el devenir de los años abrieron este encantador lugar. Es muy habitual ver a Silvia con las manos en la masa, nunca mejor dicho, preparando la base para sus deliciosas empanadas, por ejemplo, a las que como buenos argentinos rinden pleitesía y que son exquisitas en todas sus variedades.

Además, algunos cortes argentinos de carne y otros locales, pero con el respeto y la veneración por este producto que sólo un argentino puede poner.

Para redondear este tándem fantástico, en sala oficia Antonella, la hija, nacida ya en Barcelona y que con una sonrisa preciosa te aconseja en cuanto a comida y bebida y te atiende con esa familiaridad, exenta de “pegajosidad” que tanto se agradece cuando es sincera.

De comer, pues ya lo han adivinado, carnes, empanadas, chorizo criollo, morcilla y alguna que otra excelente ensalada y sándwiches.

Nos ha gustado:

Ya ha quedado dicho. El trato, amable y afable de toda la familia y del resto de empleados. Como ellos dicen, “de muy buen rollo”.
La mesa para 6/8 personas al lado de la cocina para verlos actuar.
La magnifica colección de vinos argentinos. Déjense aconsejar por Antonella o Daniel.