La segunda jornada de nuestro magnífico fin de semana en Córdoba no podía comenzar mejor. Tras un espléndido desayuno en el hotel, nos dirigimos a Hammam Al Andalus, un maravilloso espacio de aguas concebido para el relax, en un ambiente de absoluta serenidad que evoca la época de mayor esplendor de Al Ándalus.

Para 4 Patas y un Mantel, Córdoba es sin duda, la más “andalusí” de las ciudades españolas, ya que en cualquier rincón no resulta difícil evocar ese período de nuestra historia, que, sin duda, aportó un sinfín de avances y refinamientos en muchas materias. Para definir el espacio que nos ocupa, Hamman Al Andalus, no se nos ocurre mejor descripción que la que hacen de sí mismos:
“Situado a escasos metros de la Mezquita-Catedral de Córdoba, Hammam Al Ándalus es Cultura del Agua, heredera de las tradiciones de la Antigua Roma y de los auténticos Baños Árabes Andalusíes. Es un espacio de silencio, donde dejar atrás el mundanal ruido y dejar fluir las emociones y sentimientos, entre la belleza y armonía de sus termas de agua fría, templada, caliente y sala de vapor”.
Con el cuerpo y espíritu serenos, tras un paseo por el Barrio de la judería, que siempre es merecedor de deambular mil veces por sus calles y callejuelas, hicimos un alto en la Taberna el nº 10, de la misma propiedad que el legendario Restaurante Casa Pepe de la judería, al que luego nos referiremos, para hacer un aperitivo absolutamente local con un buen plato de jamón de Pedroches, unas aceitunas deliciosas y como no, una copita de exquisito vino, que bajo la D.O.P. Montilla-Moriles, degustamos en su “hábitat” natural, una taberna de Córdoba con solera.
Después, como perfecto enlace, almorzamos en el ya citado Restaurante Casa Pepe de la Judería, que desde 1920 ha satisfecho las ganas de comer bien de cientos de miles de visitantes, locales y foráneos.
Desde mediados de los 90 del siglo pasado, la responsabilidad de seguir dando de comer de forma sublime recae en Lola Carmona y Miguel Cabezas, cuando se hicieron con este legendario local. Este último nos hizo de extraordinario anfitrión, primero en la Taberna el nº 10 y posteriormente en Casa Pepe.
Cuando alguien pone el alma que ponen Miguel y Lola en lo que hacen (junto con un extraordinario equipo, donde todos van a una con una profesionalidad y cordialidad resaltable) difícilmente las cosas pueden salir mal y desde luego, no fue ese el caso de nuestro almuerzo. Con elaboraciones tan arraigadas en Córdoba , nos sorprendieron con la mazamorra, cremosa y suave, pero con carácter y los extraordinarios buñuelos de berenjena con miel, una reinterpretación de una receta tan sencilla como sabrosa. También, judías al dente esparragadas con huevos fritos, el atún rojo de almadraba y la presa ibérica de bellota sobre trigo estofado. Y para cerrar una esponjosa torrija.
El local, de varias plantas, precioso, en una casa típica del barrio y de noche cuando el calor da un cierto respiro, su terraza merece visitarse. Y el servicio, ya ha quedado dicho, profesional, atento y cordial, cualidades que ni siquiera por separado se encuentran en muchas ocasiones. En nuestro caso, fuimos cuidados y atendidos de maravilla por Rafael Gutiérrez.
Uno de esos lugares de visita obligada en Córdoba.

Calle Romero,1, 14003 Córdoba
957 20 07 44
Salud y una “pizca” de suerte 😉
