El particular clima en L’Empordà (en Girona) con veranos menos calurosos que en latitudes más bajas, es el principal responsable de la altísima calidad de su arroz. La formación y maduración del grano es más lenta y de ahí que el grano es más resistente y una vez cocido conserve mejor su textura. Un conjunto de factores ambientales que no se dan en otros lugares, como son el clima, el suelo y el agua.
Obviamente el secreto del arroz se encuentra en el arrozal, donde diariamente supervisan el crecimiento y el desarrollo de la planta para buscar la máxima calidad y el mejor rendimiento, llevando a cabo una producción de arroz respetuosa con el medio ambiente. Un cultivo agroambiental que es muy restrictivo con el uso de abonos y de productos fitosanitarios, garantizando un arroz que es totalmente natural y que no contiene ningún tipo de conservante.
Pals, cuyo molino de arroz – esta aún a pleno rendimiento– remonta sus orígenes al año 1452. Y es que el cultivo del arroz de Pals se remonta al siglo XV, cuando era una pequeña aldea encaramada a un peñón rodeado por extensos arrozales. Hoy son más escasos, pero los que se conservan permiten al viajero degustar este producto cocinado de múltiples formas en los restaurantes de la zona.
En invierno de 2010, Damià, Elisabet y Gerard decidieron volver al Empordà y dedicar toda su ilusión y esfuerzos a iniciar un nuevo proyecto, Vicus, donde antiguamente se encontraban el café y el restaurante del hostal familiar, Can Barris.




Desde la sala, Elisabet y Gerard transmiten su pasión y respeto por la gastronomía, con un estilo de servicio sobrio y cercano a la vez, cuidando al máximo todos los detalles y deseando que la experiencia de comer en Vicus sea única y singular.
El chef, Damià Rafecas, ofrece una cocina de autor basada en la actualización de recetas tradicionales, en la que se prioriza el producto de temporada, próximo y de calidad. Pertenece a la nueva generación de chefs de la cocina catalana y se ha formado, entre otros, en los restaurants ABaC, Sant Pau, L’Esguard, El Racó d’en Freixa y La Cuina de Can Pipes.
Con toda esa información disponible, como es obvio en nuestra visita nos decantamos por el menú de arroz, que va adaptándose de acuerdo a la estación del año, y como muestra un botón.

Espectacular de principio a fin, con unas entradas más que suficientes para llegar al clímax con el famoso arroz de Pals.
También probamos, porque que nos habían hablado maravillas, la Tortilla abierta de gambas de Palamós y su Bikini de queso Fermió de La Balda, jamón ibérico y trufa, ambos platos compartidos entre “4 patas” que todos los presentes nos entusiasmaron.

A destacar:
- Impresionante arroz negro (probablemente uno de los mejores de nuestra vida)
- El buen hacer, la proximidad (sin invadir) y la exquisita amabilidad de los tres “tenores”: Damià, Elisabet y Gerard
- El pan (una de sus maravillas) y unas trufas finales de quitar el hipo.

C/ Enginyer Algarra, 51 – 17256 Pals (Girona)
t. 972 63 60 88
Salud y una “pizca” de suerte 😉
