El nombre de este restaurante, ubicado en una casona del s. XVIII, está cargado de intención, pues refleja la relación profesional que el chef Eduardo Quintana mantuvo con el ciclismo.
Ya sabemos que una bicicleta es un vehículo de dos ruedas movido por una persona, provisto de un manubrio en la parte delantera, un asiento para el conductor y dos pedales que transmiten el movimiento de las piernas a la rueda trasera mediante una cadena y un piñón, pero no olvidemos, que tienes que pedalear con fuerza, si no quieres que se caiga.
Por ello no es por casualidad la frase de Albert Einstein que luce a la entrada:
‘La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio hay que estar en movimiento’


Siempre se espera cierta sorpresa de un restaurante con estrella Michelin y sin lugar a duda, esta experiencia no defrauda.
La Bicicleta se encuentra en una población cercana a Santander, en dirección a Ribamontan al Mar, municipio asentado al este de la bahía, en la costa central de Cantabria, pero sin necesidad de desviarse, a pocos minutos de la autovía.
Iniciaron su andadura como una casa de comidas, donde se pretendía dar de comer con el concepto picoteo viajero. En 2016, después de verse arrasados por el éxito, Cris y Edu, tomaron la decisión de cambiar el formato, con un compromiso por el producto local, algo más depurada, en resumen, alta gastronomía…. y funcionó.


La experiencia comienza con un paseo por su propio huerto, donde además de poder ver la producción propia de cada época del año, se hacen las primeras degustaciones. Hasta cuatro platos de bocado recorriendo el jardín.
A continuación se pasa a la barra informal, donde se pueden degustar otro batallón de bocados con una vista directa de la gran cocina. Cada bocado se termina en directo justo antes de degustarlo y siempre con una breve descripción.




Varias cosas nos parecieron especialmente llamativas: la ‘Gilda’ que se degusta en una cuchara, la tortilla de patata liquida, bocadillo aireado, donde se rellena de espuma de queso un pan y se termina con tataki de lomo bajo y pimiento asado de isla ‘espectacular’, bocado de lengua de res, etc.


Para terminar, los platos principales se sirven en mesa.
El comedor es espacioso, escuetamente decorado, pero muy agradable. Una sopa de remolacha, crema de boletus, un pescado y una carne en tres texturas, cuanto menos curioso.


Finaliza con dos postres igual de bien elaborados y novedosos.
El servicio es digno de estrella Michelin, con buenas recomendaciones enológicas y además nos reencontramos con Leticia, profesional de hostelería que descubrimos en otros locales.
Enhorabuena por el producto y el formato.
Dos menús degustación:
- La Vuelta: con 18 pases, 105,00 € + bodega.
- La escapada: con 22 pases, 135 € + bodega.
Ofrecen la posibilidad de maridar ambos menús.

Barrio la Plaza, 12, Hoznayo (Cantabria)
Tel. 636296970 / 942524538
